Pontevedra está bien comunicada con el resto de Galicia y sus principales aeropuertos (Santiago de Compostela y Vigo) a través de la Autopista AP9, que recorre Galicia de norte a sur y enlaza con las principales vias de conexión con el norte de España (A8), el centro (A52) y Portugal (A3 y A1).

Está a unos 20 minutos del Aeropuerto de Vigo y a 45 minutos del Aeropuerto Internacional de Santiago de Compostela.

Y dista 170 km. del Aeropuerto Internacional de Porto (Portugal). 

Su estación de ferrocarril la comunica con toda la península, al igual que la estación de autobuses.

Un verano soleado. Un invierno suave. Ni fríos ni calores extremos. El lugar donde llueve lo justo para que el verde predomine en el paisaje y se produzca el grandioso milagro de cultivar y elaborar los albariños, que se encuentran entre los mejores vinos del mundo. Un clima que cuidamos también en el interior de la ciudad, aportanto poco ruído, escasa contaminación… El perfecto lugar para evitar los calores del verano peninsular y los gélidos inviernos del interior. Por algo nos llaman “Galifornia”!

Una ciudad que vive a pié. De peregrinos y peregrinas que la cruzan de sur a norte, hacia Compostela. Pero también de gente que disfruta de caminar cada día, porque saben que la calle o la plaza en la que viven es la continuación de su propia casa. Mira el tiempo que te lleva ir a cualquier lugar y evita el coche. Participa con nosotros en la estupenda costumbre de caminar y disfrutar de calles y plazas sin coches.

Estás en un gran escenario urbano para el ocio que se llena de fiesta a cada momento y que se convierte en un espléndido marco para el vermú, el café o las copas. Para comer, se transforma en un auténtico restaurante al aire libre, lleno de propuestas tradicionales e innovadoras, de aquí y de todas partes, con todos los matices que puedas imaginar y los importes adaptados a cualquier opción.

Shopping ou simple paseo, gestiones, trabajo o tertulias. Un cosmos de propuestas asoman a las calles de una ciudad que no tiene centros comerciales precisamente para defender estas calles llenas de vida, de comercio y de valores. Algunas son interiores, con galerías comerciales que trufan las mazanas y otras convertidas en bulevares de palmeras, olivos y árboles de hoja caduca. Sin coches, para que puedas disfrutarlas con toda su intensidad.

Antes llenas de coches y hoy recuperadas para la gente, las plazas son el multicorazón de Pontevedra, que genera la energía vital para la ciudad durante todo el año. Con nombres de antiguos oficios o comercios, o dedicadas a navegantes o literatos, las plazas son cada una de su estilo. Comidas, copas, vermús, cafés, niños e niñas jugando, terraceo feliz e vida despreocupada, fiesta y tranquilidad, música y recogimiento… de todo puedes encontrar en las vivas y siempre sugerentes plazas de piedra.

Santa María , el templo gótico construido por marineros.   Con su fachada plateresca, es una joya de piedra tallada que exhibe la gran importancia de la ciudad en los inicios de la modernidad.

San Francisco en A Ferraria también es gótico, menos elaborado pero majestuoso y hermoso, que respira autenticidad espiritual. San Domingos ; ábsides de la iglesia gótica del siglo XIV que fue construida fuera de las murallas de la ciudad. El resto del convento fue derribado en el siglo XX para construir parques y edificios públicos. 

San Bartolomé ; juguetón y barroco, con columnas gigantes y sólidos contrafuertes bajo los que se puede pasear tranquilamente. Santa Clara ; la más desconocida, de gran nave y todavía utilizada como convento en activo.   Finalmente, la Peregrina , originalmente circular que imita la forma del símbolo de la concha jacobea, un santuario convertido en símbolo y centro neurálgico de la ciudad, en medio de la ruta portuguesa del ´Camino de Santiago´; una romería que termina en la catedral de Santiago. 

Puedes ver cómo evolucionó la ciudad en el ´ Centro de Interpretación de las Torres Arzobispales ´ (CITA, Av. Sta. María), que utiliza el antiguo foso de un fuerte como espacio expositivo.   Muy cerca (Campiño de Santa María) se encuentran las ruinas de la muralla y las antiguas torres que alguna vez rodearon la Basílica.

En el puente denominado Puente del Burgos se pueden visitar las excavaciones de los antiguos muelles, carreteras y el propio puente, que tiene enterrados cuatro de sus quince arcos originales, y ha perdido sus torres que se erguían a ambos lados como protagonistas de la heráldica urbana.   Alrededor del museo, que está cerca del río, hay otra zona arqueológica bien conservada.

Los puentes . El nombre de la ciudad (Pontevedra significa puente viejo) proviene de un antiguo puente romano, que hoy no podemos localizar.   El actual puente de O Burgo es medieval, y fue el único hasta principios del siglo XX cuando se construyó el puente de A Barca ; una espectacular arcada metálica sustituida posteriormente por una de hormigón más austero.

En Bora, a solo seis kilómetros, hay un encantador puente de piedra, y en el sur, a unos diez kilómetros, hay otro gran puente jacobeo llamado Ponte Sampaio sobre el río Verdugo, escenario de legendarias batallas.

Los nuevos puentes ( Os Tirantes y As Correntes significan «los tirantes» y «las corrientes»), la pasarela de la isla de O Covo y los ferrocarriles de Ponte Sampaio ofrecen una agradable mezcla de funcionalidad y belleza escénica.

Las labras . ¿Quieres ver una colección escultórica única?   Camine por el casco histórico y vea las fachadas de piedra.   Encontrarás decenas de escudos familiares con ejemplos de todo el universo heráldico imaginable, especialmente en la Plaza de Teucro y en las distintas plazas del casco antiguo.   Son herencia de los distintos nobles que se asentaron en la ciudad a lo largo del tiempo, fiel testimonio del pasado esplendor de la ciudad.

Termine su recorrido visitando las diferentes colecciones exhibidas en el museo de arte en las ruinas de San Domingos.

Una gran franja urbana compuesta por diversos edificios y manzanas conforman el Museo de Pontevedra, el gran tesoro de la ciudad, con importantes colecciones plásticas desde la prehistoria a la actualidad, que reflejan la grandísima riqueza patrimonial de Galicia. 

Las salas de arqueología son espectaculares, y sus fondos incluyen la mayor parte de la obra de Castelao, auténtico motor de la Galicia contemporánea y uno de los grandes intérpretes de su alma, que además formó parte del grupo de intelectuales que fundaron este enorme e interesante centro cultural de intensa vida pública.